Fuente: Comisión Europea, 2020
La convergencia socioeconómica es la raíz del proyecto europeo. Por ello, la necesidad de abordar y monitorear la convergencia social, junto con la económica, ha ganado un interés particular en la agenda política europea.
En este sentido, la Comisión Europea ha publicado un documento de investigación para introducir un nuevo enfoque en el estudio de la convergencia y un método para medirla, a partir del valor de relevancia que los ciudadanos dan a las diferentes dimensiones de la calidad de vida. Este enfoque contrasta fuertemente con los enfoques estándar que consideran la posición económica y algunos indicadores relacionados, ofreciendo así dimensiones que todo analista considera relevantes.
El objetivo principal de este estudio ha sido comparar la convergencia entre el uso de datos brutos y la ponderación de las dimensiones con los indicadores de relevancia. La información utilizada para la obtención de los indicadores de relevancia proviene de la Encuesta Social Europea. Así, el estudio establece siete dimensiones de análisis:
- Salud, alimentación y vivienda
- Integridad física
- Felicidad
- Educación
- Medio Ambiente
- Participación en actividades políticas
- Trabajo y empleo
Dimensión 7: Trabajo y empleo
Fuente: Comisión Europea, 2020
Los principales resultados muestran que la UE ha logrado la convergencia tanto en su dimensión económica como social en las últimas décadas. Sin embargo, la crisis económica detuvo repentinamente estas tendencias en algunos indicadores, paralizando los patrones de convergencia o haciendo que los Estados miembros divergieran en su desempeño.
Como muestra la investigación, el estado de las cosas en la UE podría ser considerablemente más complejo de lo que sugiere la narrativa de la “máquina de convergencia”. En la UE estamos viendo un conjunto de países que son, en términos globales, muy similares, por esta razón, cualquier diferencia es importante, tanto dentro de la UE como para hacer comparaciones más amplias.
Los indicadores agregados sugieren que la mayoría de los Estados miembros de la UE están convergiendo en las dimensiones más relevantes de la vida. Sin embargo, muchos ciudadanos no necesariamente experimentan eso como tal. A la luz del amplio desencanto con la economía política europea, expresada en términos sociales y políticos a través de nuevos movimientos y partidos de protesta, los resultados sugieren que una comprensión más cuidadosa de las preocupaciones de los ciudadanos tendrá que ser parte del discurso político y de las políticas públicas del futuro.
Para leer el estudio, haga clic aquí.